te enredas
y sientes tus sabanas como puas que arrastran la felicidad a tus pies.
gobiernan tus ojos las celdas de mis manos.
enlazame y entierrame junto a tu lluvia.
yo no miento cuando espero, ni perdono cuando grito.
Consigo dos o tres pulgadas tuyas.
arranco cuatro y doce temores tuyos
malogro cinco y ocho colores nuestros.
y me quedo sin ningun contraste.
Hace 15 años
es q muchas veces... la gran mayoria... nunca queda nada
ResponderEliminarPero otra veces sí queda y es mejor así
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